lunes, 22 de agosto de 2011

LA PRESENCIA DE LA LEGION DESATA PASIONES EN MADRID

La presencia de la Legión detrás del Cristo de la Buena Muerte desata pasiones en el
recorrido
Madrid vive una apoteosis cofrade con una exhibición de Mena

No hay palabras, solo sentimientos, para expresar lo que para un hombre de trono, significo ser portador del Cristo de la Buena Muerte por las calles de Madrid.


20.08.11 - 02:08 –
Mena y el Prendimiento hicieron los recorridos más multitudinarios de todas las cofradías que participaron en el Vía Crucis de Madrid en la larga noche del viernes. Los retrasos en la salida de la primera procesión, en torno a una hora, hizo que los encierros se realizaran mucho más tarde de lo previsto. En concreto, Prendimiento lo hizo a las 3.40 horas y Mena pasadas las 5.35 de la mañana, el primero en el Ayuntamiento de Madrid, y la Congregación perchelera en el Palacio Real, haciendo una triunfal entrada por la Puerta del Príncipe a los sones del 'Novio de la Muerte' y decenas de miles de personas apostadas en la plaza de Oriente.
«La Semana Santa de Málaga ha escrito una de las páginas más gloriosas de su historia». Con estas palabras definía lo vivido el presidente de la Agrupación de Cofradías, Rafael Recio, quien formó parte de las presidencias de las dos

procesiones malagueñas, con Prendimiento desde la salida hasta Alcalá, y con Mena desde la referida vía hasta el encierro. «Lo que no acabo de entender es que desde algún sector político concreto (se refería sin decirlo al PSOE de Málaga en Diputación y Ayuntamiento) se critique lo que se ha venido a hacer aquí, porque la ayuda recibida ha sido mínima para los beneficios que seguro van a conseguirse para Málaga», explicó en referencia a la polémica por las subvenciones (20.000 euros cada uno) que dieron a las hermandades las dos instituciones para sufragar una parte de los costos del operativo que ha supuesto el traslado a Madrid de tronos, imágenes y enseres.
«Esta noche ha sido memorable», señalaba Antonio González, hermano mayor de Mena, impresionado por el recibimiento que su cofradía tuvo en todas las calles por las que pasó.
Uno de los detalles que más llamó la atención fue la gran diferencia de la puesta en escena de las cofradías malagueñas respecto a todas las demás. Mientras que la mayoría de los cortejos estaban formados por 200 o 300 personas, Mena y Prendimiento sumaron entre ambas más de 2.000 personas, entre hombres de trono, bandas de música, velas y compañías militares y presidencias. Igualmente la cofradía de Capuchinos fue la única, junto a otra de Levante, que llevó mantillas. En el aspecto musical la diferencia respecto al resto fue mucho más llamativa aún: las bandas de cornetas y tambores de Bomberos de Málaga, la banda de música de Zamarrilla y la banda de música y cornetas y tambores de La Legión 'ahogaron', literalmente hablando, al
resto entre las ovaciones de un público entregado que no salía de su asombro, y que estalló en vítores cuando formó y desfiló la escuadra de gastadores honores y la compañía del IV Tercio de La Legión Alejandro Farnesio de Ronda y eso que la escuadra de gastadores no hicieron alarde de sus habilidades como nos tienen acostumbrados en Málaga me imagino que ordenes de la señora ministro que esperemos que pronto se valla de vacaciones.

Hubo fases del recorrido en el que los componentes de los restantes cortejos procesionales salín de sus formaciones para acercarse a ver a las cofradías malagueñas, que sin duda vivieron en la calle Alcalá su punto de máximo apogeo, entre las 2 y las 4 de la madrugada.
La sorpresa de la presencia de la Infanta Elena en la salida de Mena no fue la única. Las dos cofradías malagueñas vieron cómo la gran mayoría de autoridades de Madrid y de otras provincias españolas se acercaban a ellas
En Mena desfilaron miembro de la corporación municipal de Madrid bajo mazas, mientras que en el Prendimiento, como representante oficial de la diócesis de Málaga, figuraban la cruz guía de la Agrupación, las banderas de la capital y de la provincia y el pendón de Málaga. Francisco de la Torre presidió inicialmente la procesión de la cofradía de Capuchinos y luego se unió a Mena.

Mena hizo dos turnos de hombres de trono. En el primero figuraban portadores 'no habituales', que llevaron el Cristo desde Recoletos hasta bien entrada la calle Alcalá, para en este punto entrar el segundo grupo, que ya eran los habituales de cada Jueves Santo, que fueron los que concluyeron el recorrido, mientras que los hombres de trono del Prendimiento fueron los mismos durante toda la procesión. Los portadores de ambos tronos llevaban en sus túnicas bordados especiales con motivo de la ocasión tan especial que se estaba viviendo, para un hombre de trono este fue un detalle que debemos agradecer a toda la junta directiva que a trabajado con gran ahínco para que este acto se nos quede grabado en nuestro corazón para siempre felicidades.


Los actos de las dos cofradías continúan hoy en Madrid, ya que hasta mañana no está previsto el retorno de las imágenes y de los tronos hasta Málaga en un nuevo complejo operativo formado por trailers especiales. Tanto el hermano mayor de Mena como el del Prendimiento piensan en la posibilidad de organizar un gran acto en Málaga para mostrar de alguna forma a los cofrades locales todo lo que se ha hecho en Madrid, y se piensa en una gran exposición de fotografías y en la exhibición de una película que muestre lo acontecido en la capital.
Mena y Prendimiento han acaparado la atención de la opinión pública madrileña, y sus procesiones del jueves y el viernes así lo corroboraron. Junto a la Virgen de Regla sevillana, las imágenes malagueñas han sido las que más visitantes han concentrado en estos días en Madrid.

Ser la sede de la mayor apoteosis cofrade jamás presenciada con quince tronos de otras tantas hermandades de doce ciudades españolas mostrando una forma de sentir y de ser que cautivó a un público entregado. Mena y Prendimiento, representando a Málaga, exhibieron todo su potencial y volvieron a entusiasmar con dos grandes procesiones en las que los caballeros legionarios se llevaron un excepcional protagonismo.
Los quince tronos alineados a lo largo del Paseo de Recoletos madrileño fueron visitados por la mañana por más de un millón de personas. Mena y Prendimiento, que ocupaban la estación número II y XI, respectivamente, fueron de las más admiradas por los entusiasmados espectadores, pero también las más demandadas por los medios de comunicación nacionales. Los traslados de las dos hermandades malagueñas ha dejado huella, con especial atención en los principales telediarios de La 1, 24 Horas, La 2, A3 y Tele 5, quienes ayer volvieron a mostrar imágenes de Jesús del Prendimiento y el Cristo de la Buena Muerte.
El Vía Crucis comenzó a las 19.30 horas, pero desde horas antes desde la plaza de Colón hasta Cibeles no cabía un alfiler. El Papa pasó por delante de cada una de las estaciones, en las que figuraba cada trono, perfectamente montados todos ellos, para posteriormente iniciarse el recorrido penitencial con la denominada 'Cruz del Papa', una cruz sencilla de madera, símbolo de las JMJ, que se paraba delante de cada una de las estaciones, mientras el Sumo Pontífice leía las oraciones, que, por cierto, han sido redactadas expresamente para la ocasión por las Hermanitas de la Cruz de Sevilla, concluyendo delante de la Virgen de Regla. Fue un acto muy emocionante y muy bien montado, sin duda alguna, con gran belleza plástica y muy agradecido televisivamente hablando. Sin duda, la promoción de la Semana Santa de España en el ámbito mundial ha sido extraordinaria.

Tras la ceremonia, cada una de las cofradías inició su desfile procesional, que tuvo un recorrido común para todos hasta la Puerta del Sol, para desde allí dirigirse cada una a sus 'templos'. Mena tenía previsto encerrarse a las 4 de la madrugada en la Catedral Castrense, mientras que Prendimiento lo iba a hacer en torno a las 3 de la mañana.
El cortejo de la mayor procesión de la historia era encabezado por la Virgen de Regla en una decisión anacrónica y polémica, debido a que los cofrades sevillanos se negaron a ser los últimos, como en realidad correspondía, porque «las velas no aguantarían hasta el final y se derretirían antes», explicación que, al parecer, convenció a la organización. No obstante, para en cierta manera contentar a las restantes cofradías, que en las reuniones previas manifestaron su desacuerdo, se dejó un amplio espacio, de unos 700 metros más o menos, hasta la 'Cruz del Papa', que abría a modo de cruz guía el gran cortejo, con la Sagrada Cena, de Salzillo (Murcia), que solo haría unos cientos de metros del recorrido por la fragilidad de su valiosísimo grupo escultórico, encerrándose poco después de las once de la noche, por lo que la mayoría del itinerario llevó a Jesús del Prendimiento como primer trono. Mientras el Prendimiento (El beso de Judas, II estación) iniciaba su marcha sobre las 22.30 horas, Mena (Jesús Muere en la Cruz, XI estación) lo hizo cuando los relojes pasaban de largo la una de la madrugada, tras los toques de campana que compartieron la infanta Doña Elena y el alcalde la ciudad. Tras ello, el fervor llegó con los cantos legionarios y las ovaciones de una multitud verdaderamente entusiasmada y entregada. Era tan enorme la multitud para ver las procesiones, que el recorrido se inició con más de una hora de retraso debido a que era imposible abrir espacios suficientes entre la muchedumbre.
A los sones de la malagueña de Lecuona, en trono del Prendimiento pasó por delante del Cristo de la Buena Muerte, y se levantó a pulso entre los aplausos enfervorecidos del público que presenció la escena. Los pulsos se volvieron a repetir cuando el trono enfiló la calle Alcalá. El Prendimiento contó en su procesión con los guiones de Málaga capital y de la provincia al ser la cofradía oficial de la Diócesis de Málaga en este acto. El diputado de Medio Ambiente, Juan Jesús Bernal, acompañado del vicepresidente primero de la Diputación, Francisco Oblaré y la diputada de Cultura, Marina Bravo, tuvo el honor de portarlo, mientras que los hombres de trono lucían túnicas bordadas especialmente para la ocasión. En la salida estuvo presente el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, quien llegó sobre el mediodía a la capital de España para presidir los actos de las cofradías malagueñas, relevando a Carolina España, primera teniente de alcalde, quien lo hizo en los actos del jueves. Al acto asistió también la concejala Teresa Porras.
En la cabeza de procesión del Prendimiento desfiló la Banda de Cornetas y Tambores del Real Cuerpo de Bomberos, con su uniforme de gala, mientras que detrás del trono fue acompañando la Banda de Música de Zamarrilla, otro de los grandes protagonistas de estos días en Madrid por su éxito al ser la agrupación musical elegida para recibir al Papa en la Puerta de Alcalá. Acompañaban al grupo escultórico de Capuchinos unos 200 hermanos con velas, mientras que el trono era escoltado por diez guardias civiles voluntarios de Madrid. Igualmente desfilaron unas 20 mantillas. A los pies de Jesús del Prendimiento figuraba una penca cargada de biznagas, llegadas expresamente unas horas antes en Ave.
La Infanta y Mena

Pero si fue un día inolvidable para todos, hay que reconocer, sin desmerecer a nadie, que el gran protagonista de la noche en Madrid fue el Cristo de la Buena Muerte. Ver esa impresionante talla de Palma sobre ese trono procesional pasar a los sones del 'Novio de la muerte' por parte de 180 caballeros legionarios es algo tan impactante que nadie puede quedar ajeno. Doña Elena, que la víspera fue a visitar al Cristo a la Catedral Castrense, coprotagonizó la salida procesional con los toques de campana dados junto a Francisco de la Torre. Entre los asistentes al acto también se dejó ver Jaime de Marichalar, para visitar los tronos o presenciar su salida, caso de Esperanza Aguirre, Ruiz Gallardón o el teniente general Francisco Sanz.

Elena de Borbón llega de incógnito. Camuflada en un gorro rojo de peregrina, la Infanta espera una hora la salida del Cristo de Mena, el Cristo de la Buena Muerte de Málaga, el protector de la Legión. Es la 1.20 horas cuando la hija mayor del Rey da los primeros toques de campana de un trono que portan 200 hombres.
El fotógrafo Miguel Temprano le regala a la Infanta su medalla de la cofradía. “Señora, es un orgullo que usted la lleve”, “No, no puedo, muchas gracias”. Temprano insiste. Intercede el hermano mayor, Antonio González, que le impone la insignia delante de la imagen. En ese momento, Elena de Borbón ya es una cofrade. “No te extrañe que venga la próxima Semana Santa a Málaga”, apunta un compañero.

La Infanta, que lucía un bolso marrón, un reloj naranja en su muñeca derecha y unos pendientes de perla, hacía tiempo charlando con un grupo de amigos en una pequeña explanada situada frente al número 4 del Paseo de Recoletos. Muchos querían fotografiarla. Eso sí, los escoltas ya no estaban muy dispuestos. “Antes se ha hecho fotos sin problemas, pero en algún momento hay que parar. No es por usted ni por nadie”, suelta el guardaespaldas a un señor con traje.
El marido de Nuria es “amante” de la Legión y lleva seis años yendo cada Jueves Santo al desfile de las tropas en el puerto de Málaga, el traslado del Cristo al trono y luego a la procesión de seis horas por las calles de la ciudad. Nuria se hace la valiente y consigue regalar a la Infanta una pulsera de la Virgen de la Almudena.
Elena de Borbón se hace cada más popular. Lo era como profesora de inglés en una escuela infantil de Madrid, como atestigua la madre del niño Ignacio Medina Merino. “Nos conocíamos de la guardería, se lo he recordado y enseguida ha caído”, relata Lorena Merino, la madre de Ignacio e hija de Luis Merino, exalcalde de Málaga bajo las siglas de UCD, que esta noche porta el Cristo de Mena.
En los minutos previos a la salida del primer turno –hay dos por la alta demanda para portar uno de los tronos más populares de la Semana de Málaga– José Manuel Díez Quintanilla, consejero delegado del grupo Intereconomía, charla con amigos y familiares. Ya está familiarizado con Mena y la Semana Santa, pero esta será su primera experiencia bajo el varal.
Quintanilla iba en el puesto B21. “Fue precioso aunque acabé agotado. Me fui a casa cuando llegó la procesión a la calle Ramales. La anécdota fue el comentario de un portador del trono en la cuesta de Gran Vía: ¡¡huele ya a pescaíto frito!”, relata a este diario vía correo electrónico.
En esos prolegómenos donde los cofrades se desean suerte y los nervios sacuden los cuerpos que están a punto de cargar sobre los hombres una media de 20 kilos por persona, por ahí también anda, vestida ya con su túnica –en este caso de mujer de trono– la abogada Adela Utrera. La tertuliana del programa Espejo Público de Antena 3 TV es congregante desde niña. Su padre, Cayetano Utrera, también ex alcalde, fue el anterior hermano mayor.


Fue verdaderamente impresionante, cómo los gritos y vivas hacia el Cristo y las fuerzas legionarias, que jalonaron todo el recorrido.
Mena formó con dos turnos de hombres de trono, también con túnicas especialmente realizadas para este día, que se relevaron a mitad del recorrido, dirigidos por mayordomos vestidos con chaqué. En sus actos estuvieronlos ya nombrados alcalde de Málaga, así como la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, y el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón, ya que el Ayuntamiento matritense figuró en el cortejo bajo mazas. Policía Municipal de Madrid y miembros del SAMUR desfilaron también con sus trajes de gala.

Trescientos hermanos de vela daban luz al trono de Palma mientras los legionarios del IV Tercio de Ronda Alejandro Farnesio, con Banda de Cornetas y Tambores y Música, sumando casi doscientos soldados, tanto españoles como extranjeros desfilaban detrás del Cristo que es su Patrono y Protector entonando una y otra vez el 'Novio de la muerte', estampa que, repito, causó un verdadero furor en la capital de España.
“Venga, quitaos el hábito”
Cuando el trono comienza a andar y suena el primer Novio de la Muerte el público arranca con grandes aplausos y vivas. También se agitan banderas del JMJ. No hay ni rastro de indignados. Algunos, unos 200, increparon a un grupo de hermanos de la Congregación de Mena cuando salían del Centro Cultural de los Ejércitos, también conocido como el Casino Militar (Gran Vía, 13) a las 23 horas.
“Venga, quitaos el hábito”, gritó uno. Se refería a la túnica de hombre de trono, blanca y con un peto negro identificativo de la Jornada Mundial de la Juventud. Los antidisturbios empezaron a intervenir, dispersando al grupo por la zona de Chueca para que no lograran abrirse camino en el cruce entre Alcalá y Gran Vía. “Nos hemos pegado un buen susto, pero menos mal que la Policía ha actuado muy rápido”, relata una congregante de 36 años que acompañó a la imagen con vestido oscuro y una vela blanca.
LA LEGION NO SE ASUSTA
El que no se asusto fue mi colega y amigo un sargento de la legión que ha pertenecido a PM y que no pronunciare su nombre y que les dijo con canchondeo si sois tan valientes por que no me lo quitáis vosotros, debieron verle la cara por que la verdad es que los muy chulicos empezaron a recular me imagino por que Jesús siempre protege a los que le persigen.
“Mira, yo al principio estaba muy de acuerdo con los indignados. Ya no son de izquierdas, son de extrema izquierda, anarquistas. Lo mejor es que no se hable de ellos. Arman ruido, pero son sólo 200”, explica un hermano de la cofradía de 40 años que ha organizado la procesión y el protocolo.
El segundo turno: destino Palacio Real

En el pasaje de las cajas de ahorros, lindante con el final de la calle Alcalá, el segundo turno de los hombres de trono de Mena esperabamos la llegada de la imagen para reemplazar a sus compañeros. Quedan aún dos horas de recorrido. Se pasa por la Puerta del Sol, por la calle Arenal hasta desembocar en la Plaza de Ramales y luego en la calle Requena.
El trono va seguro de sí mismo, escoltado en todo momento por la banda de música de la Legión que interpreta el Novio de la Muerte. Que emocion sentimos cuando nuestro cristo se iba haciendo mas y mas grande a medida que se iva acercando
También iba acompañado por un grupo de jóvenes franceses, malagueños desplazados a Madrid y hasta por una joven asiática que va sola desde Sol hasta el final del recorrido y que mira curiosa
El intenso calor agota a los portadores. El botellín de agua se ha convertido en un objeto de lujo. pero nada importa por que todo se hace con gusto la armonía entre los hombres de trono hace que no exista ninguna dificultad El encierro no llega hasta las 5.20 de la madrugada. Los varales A y H, los exteriores, se tienen que salir para que quepa dentro del patio de Santiago. La aventura de Mena en Madrid ha terminado. Con éxito.

La noche cofrade estuvo llena de estampas emotivas y únicas, con gran presencia de cofrades malagueños a lo largo de los recorridos que realizaron las hermandades de nuestra Semana Santa, que han sido protagonistas de primera importancia en todo lo acontecido y vivido en Madrid.

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