https://docs.wixstatic.com/ugd/ec84ca_c6390f994dd143bfa1f68efbf3a34946.pdf?fbclid=IwAR36PRvpacNDxp7J4twDVGrOyhLyimYdnnGP5KME14K1S7VFvMrLCgXCWiY
Rusia no es una entidad eterna que haya existido siempre, sino el fruto de una evolución que paulatinamente ha ido cobrando forma. A lo largo de más de mil años, desde sus orígenes en Kiev hasta el destronamiento de Nicolás II en 1917, la entidad política que hoy llamamos Rusia ha pasado por numerosas vicisitudes. Lo que a finales de la Edad Media era el principado de Moscovia se convierte en algo menos de dos siglos en un formidable imperio que llega a ser, a principios del siglo XX, el más extenso conglomerado territorial del planeta: de Polonia al Pacífico y del Báltico y el océano Ártico hasta el mar Negro y Asia central. El expansionismo ruso (que será continuado después por la Unión Soviética, Estado sucesor del zarismo) es una constante de su historia, que se entreteje con intrigas palaciegas, regicidios y traiciones al servicio de una voluntad de poder que ha hecho de este imperio euroasiático, al menos desde el siglo XVIII, uno de los países con más peso e influencia en la historia de Europa y del mundo.
El libro es un recorrido cronológico que comprende desde el siglo XVI hasta la revolución rusa de 1917. Los orígenes de este formidable imperio se remontan a la creación por el legendario Rurik de la primera entidad rusa conocida, en el año 857, si bien su esplendor llegaría con los zares Iván el Terrible, Pedro I el Grande o Catalina la Grande, para finalizar con los reinados de Alejandro III y Nicolás II.
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