lunes, 16 de marzo de 2020

El nuevo humanismo militar

La crisis en Kosovo exacerbó la pasión y la exaltación visionaria de una manera pocas veces vista.
Los acontecimientos se describen como «un parteaguas en las relaciones internacionales», que abre el telón a un escenario de la historia mundial sin precedentes, una nueva época de rectitud moral bajo la guía de un «Nuevo Mundo idealista, empeñado en terminar con la deshumanización.


Este Nuevo Humanismo, que coincide de manera fortuita con el nuevo milenio, desplazará la insensata y mezquina política de un pasado maldito. Se forjan nuevos conceptos de un orden mundial entrelazados con motivadoras lecciones sobre las relaciones humanas y la sociedad global que destituirán a las decadentes instituciones del orden mundial que han comprobado su «rotundo fracaso», y que deberán descartarse, por lo tanto, en favor de ideas que se apartan de manera «innovadora pero justificable» de las normas anteriores.



La utopía de las generaciones previas, merecedora del ridículo, será suplantada por una visión genuina, y genuinamente inspiradora.
Si este panorama es cierto, si contiene tan sólo un ápice de verdad, entonces nos aguardan perspectivas portentosas, pues tendremos a mano los recursos materiales e intelectuales que nos servirán para superar horrendas tragedias con un costo muy bajo, tan sólo con un poco de buena voluntad. No se requiere demasiada imaginación o conocimientos para reunir una lista con todas las posibles tareas por realizar que aportarían enormes beneficios a aquellos que sufren. En particular, crímenes de naturaleza y escala como los ocurridos en Kosovo que abundan podrían superarse o, al menos, aliviarse significativamente, con una fracción del esfuerzo y celo volcados en la causa que consumió a los poderes occidentales y a su respectiva cultura intelectual en los inicios de 1999.



Por diversas razones, deberíamos entonces tratar de identificar estas tareas y problemas y concederles la mayor atención. Si el elevado espíritu de la liberación de Kosovo tiene al menos rastros de autenticidad, si por fin los líderes actúan «en nombre de los principios y valores» verdaderamente humanos, como proclamó con toda convicción Vaclav Havel, entonces habrá oportunidad de incluir problemas críticos en la agenda de la acción práctica e inmediata. Incluso si la realidad se quedara corta frente al halagador autorretrato, el esfuerzo tiene al menos el mérito de dirigir la atención a lo que deberían hacer aquellos que consideran el discurso pulido como algo más que un oportunismo cínico. En su análisis del bombardeo de la OTAN, Noam Chomsky desafía al Nuevo Humanismo. ¿Se guía por intereses de poder o por una preocupación humanitaria? ¿El recurso de la fuerza se ejerce en nombre de principios y valores o nos enfrentarnos a algo mucho más vulgar y conocido? Con un profundo conocimiento de la historia y argumentos incisivos sobre su pertinencia en esta nueva era Chomsky pone de manifiesto las retóricas afirmaciones de que Estados Unidos y sus aliados luchan por un mundo donde los responsables de la limpieza étnica no tengan dónde ocultarse.



https://drive.google.com/file/d/1wsdXoo4H0kqsRVxbusTLeLK93lAMjqt3/view?fbclid=IwAR07q8h-zH9RN_dk7tnxndAFw5RlHZbznAlwwMz82PGU0iKm6wWuM1-5aoE

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