Entre los meses de julio y diciembre de 1909, España tuvo que resolver en Melilla una situación compleja de imposición y sometimiento de las kabilas que habían atacado las obras del ferrocarril de las compañías mineras. Las operaciones fueron muy sangrientas, con acciones tan deplorables como la ocurrida en el Barranco del Lobo, y tan gloriosas como la valiente carga de la caballería de Taxdirt. Se incluye la visita del Alcalde de Zaragoza a las tropas aragonesas el Día del Pilar. Esta guerra fue la primera que se produjo después del desastre del 98 en Cuba y Filipinas.¿Necesitaba España embarcarse en esta nueva contienda? En estas páginas se relata el día a día de la campaña, intentando acercar aquella realidad a los momentos actuales
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